El próximo 1 de enero entrará en vigor la llamada “cotización adicional de solidaridad”, un nuevo recargo en la cuota de la Seguridad Social que tendrán que asumir los negocios que mejor pagan a sus empleados, y que ha sido calificado por los expertos como “un nuevo impuesto encubierto”.
Es el caso, por ejemplo, de todos los que cobren salarios en sectores con un alto valor añadido -como despachos de arquitectura, bufetes de abogados, consultorías de seguros, cadenas de restauración, además de los cargos directivos en miles de pymes- que superen los 60.000 euros anuales.
Esta cotización “de solidaridad” busca elevar la cuota de los empleados cuyos salarios superen la base máxima, y es independiente del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que desde hace unos años busca aumentar las contribuciones al sistema de pensiones. Sin embargo, al igual que ocurre con el MEI, los negocios también tendrán que asumir una parte de este nuevo complemento.
En concreto, la cotización adicional de solidaridad supondrá un aumento en la cotización de entre el 0,92% y el 1,17% en 2025, aunque alcanzará el 7% de la diferencia entre el salario y la base máxima de cotización en 2045, dentro de 20 años. De este recargo, las pymes tendrán que abonar alrededor de 85%.
