En su última versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que entrará en vigor el 1 de enero de 2022, la Organización Mundial de la Salud introduce, entre otras novedades, el exceso de trabajo o desgaste profesional, también conocido como «síndrome de burnout», y la adicción a los videojuegos como trastornos mentales.
La OMS ha metido al burntout dentro de la sección Problemas asociados y lo describe como un «síndrome resultante del estrés crónico del trabajo que no ha sido gestionado con éxito», según avanzó Diario Médico. Entre los síntomas que experimentan los profesionales que lo sufren están el sentimiento de agotamiento, una reducción del rendimiento laboral y unos sentimientos negativos relacionados con el trabajo.
La OMS también ha ratificado la inclusión en la lista del uso problemático de los videojuegos, que pasa a ser considerado oficialmente un trastorno debido a comportamientos adictivos. Según la OMS, el trastorno por uso de videojuegos lo sufren todas aquellas personas que presentan «un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente que puede ser en línea o fuera de línea». Para confirmar el diagnóstico, este comportamiento tiene que ser evidente durante un período de al menos doce meses, aunque este tiempo podría recortarse si la persona presenta todos los síntomas, y si estos son graves.
